República Dominicana tiene la mirada puesta en su reserva de tierras raras, elementos altamente codiciados en el mundo y esenciales para la fabricación de componentes electrónicos, justo cuando EE.UU. muestra interés por estos recursos en medio de la guerra comercial desatada por Donald Trump contra países como China.
Esto puede suponer una gran ventaja para República Dominicana, donde la reserva ronda las 100 millones de toneladas según el presidente, Luis Abinader, aunque se espera tener cifras más exactas en los próximos meses.
Las tierras raras representan “una enorme esperanza” para el país caribeño, dijo en declaraciones a EFE el ingeniero químico dominicano, Ramón Alburquerque.
“Su envidiable ubicación geográfica y su cercanía extraordinaria con Estados Unidos y con los países de la Cuenca del Atlántico suponen una gran ventaja para el país en esta cuestión, ya que, de confirmarse su reserva, podría abastecer todo el hemisferio occidental” expresó Alburquerque.
De acuerdo con un informe de Goldman Sachs, en los últimos cinco años el mercado de minerales críticos ha doblado su tamaño, hasta los 320.000 millones de dólares, y se prevé que se duplique nuevamente antes de finales de la década.
Actualmente la oferta se mantiene concentrada en China, donde los analistas estiman que se aglutina entre el 85 % y el 90 % del refinado de la manufactura de imanes de elementos de tierras raras.
El presidente Abinader, puntualizó que en unos dos o tres meses se tendrán los números exactos de las reservas, que “el mercado está en Estados Unidos principalmente” y que “siempre es necesaria la asesoría (estadounidense) para la explotación suficiente y que tenga sentido económico”.
En los últimos 18 meses hay un proceso de exploración en Pedernales en la reserva minera de Ávila, declarada Reserva Fiscal Minera en 2018 para la explotación y evaluación de posibles yacimientos de tierras raras.
En una primera fase se contó con la colaboración de la Universidad de Barcelona y, en una etapa posterior, se contrató al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos.
El agricultor José Manuel Pérez indicó que: “si hay tierras raras, a todos nos conviene porque si en mis fincas no hay minerales, con que hagan carreteras yo me beneficio y eso ya es muy importante. A todos nos va a dejar beneficios”.
Dependiendo de la composición y pureza de las tierras raras, las autoridades subrayan que en el mercado pueden alcanzar un valor de entre 50 y 750 dólares por kilo.