El ejército ucraniano ha lanzado su primer misil de largo alcance ATACMS, de fabricación estadounidense, en territorio ruso, según informó RBC Ucrania citando una fuente de las Fuerzas Armadas ucranianas.
El lanzamiento se produce dÃas después de que el presidente Joe Biden avalara este tipo de operaciones y el mismo dÃa que se conocÃa la aprobación por parte de su homólogo ruso, VladÃmir Putin, de una doctrina que permite responder con armas nucleares a ataques convencionales.
Según la fuente militar, el ataque tuvo como objetivo una instalación militar situada cerca de la ciudad de Karachev, en la región rusa de Briansk y fue “alcanzado con éxito”, afirmó. Karachev se encuentra a unos 130 kilómetros de la frontera con Ucrania.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó de un ataque a un depósito de armas en la región de Briansk el martes por la mañana. Sin embargo no especificó el tipo de arma utilizada, ni tampoco hizo lo propio el Ministro de Defensa, argumentando que la información era clasificada.
Karachev se encuentra cerca del arsenal 67 de la Dirección Principal de Misiles y ArtillerÃa de Rusia. El canal ruso de Telegram Astra informó que los habitantes de la zona reportaron de “explosiones, detonaciones y un ataque a la base militar” durante toda la noche en las redes sociales.
En el almacén habÃa bombas ajustables, misiles antiaéreos y munición de artillerÃa, incluidos proyectiles norcoreanos, entre otras bombas, según el jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, Andrei Kovalenko, citado por el medio RCB.
El gobernador de Briansk, Alexander Bogomaz, informó únicamente de que Rusia habÃa derribado 13 drones en la región durante la noche y por la mañana.
Ucrania lleva meses disparando sus drones de fabricación casera hacia el interior de Rusia, pero las armas estadounidenses son más destructivas. Las autoridades ucranianas han dicho que necesitan la capacidad de atacar las bases aéreas y los aviones que Rusia utiliza para lanzar bombas planeadoras y ataques con misiles.
La Vanguardia