Según IDC, para 2025, se espera que el volumen global de datos alcance la marca de 175 zettabytes. En ese sentido, Thiago Araki, Director Senior de Tecnología para América Latina en Red Hat, explica que la infraestructura abierta, la categoría de entrada del código abierto, es la base para un salto exitoso a la TI empresarial.
“Su diferencia radica en su capacidad de ofrecer a las empresas coherencia y resiliencia, entregando estandarización para gestionar de forma segura distintos entornos desde una misma plataforma. Linux empresarial, ampliamente adoptado, con soluciones líderes en la industria como Red Hat Enterprise Linux, se ha convertido en el estándar para desarrollar y ejecutar cargas de trabajo críticas en el centro de datos, la nube o el Edge”.
Esto es algo especialmente importante en un contexto en el que más del 85% de las organizaciones utilizan más de una nube para fines de desarrollo y despliegue, según IDC.
“Las múltiples capacidades del código abierto también se extienden al desarrollo y modernización de aplicaciones. En una realidad en la que las empresas enfrentan el desafío de mantener las aplicaciones heredadas y al mismo tiempo ofrecer nuevas capacidades nativas de la nube, el open source parece tomar la iniciativa para ayudar a las empresas a ofrecer innovación con excelencia”.
De acuerdo a 451 Research, la nube híbrida es el principal entorno para aplicaciones modernizadas, seguida de la nube privada (37%) y la nube pública (19%), y los contenedores emergen como el entorno preferido para empaquetar cargas de trabajo nuevas y modernizadas.