El obispo Howard Hubbard, que entre 1977 y 2014 dirigió la diócesis católica romana de Albany, en el estado Nueva York (EE.UU.), confesó a través de una carta a The Times Union que la institución encubrió durante décadas abusos sexuales cometidos por los sacerdotes, muchos de ellos en contra de menores.
Según reveló Hubbard al medio estadounidense, cuando una acusación de esta naturaleza era reportada, en lugar de llamar a la Policía y reportar los delitos, las autoridades eclesiásticas enviaban a los infractores a un tratamiento privado, encubriendo así sus crímenes.