Comerciantes proponen se abra la frontera para evitar estallido social por escasez de alimentos en Haití.
El cierre de la frontera que ha traído consigo el cese de toda actividad comercial en los linderos compartidos por República Dominicana y Haití, a raíz del asesinato, la madrugada del miércoles, del presidente haitiano Jovenel Moïse, ha provocado escasez de alimentos en pueblos de esa nación, cuyos comerciantes los adquieren en suelo criollo.
La información la confirmó este sábado el presidente de la Asociación de Comerciantes de Dajabón, Abigaíl Bueno, quien considera que el gobierno dominicano debe sopesar que se abra, manteniéndose el nivel de vigilancia, la frontera, para que los haitianos y dominicanos retomen el intercambio comercial.
El comerciante asegura que sus colegas haitianos han reportado que ya no cuentan con mercancías, para abastecer la demanda de alimentos de los pobladores del norte de esa nación.
“Vamos a ver qué dice (el gobierno) a principios de semana. Consideramos viable que se abra para evitar un estallido social por falta de alimentos de aquel lado, es lo más conveniente; ya a partir del lunes se sentirá la escasez de esos productos de los que ellos se abastecen”, dice, preocupado.
Dijo que “Muchos comerciantes haitianos han estado llamando que cuándo van a abrir, porque ya se le acabaron los productos”.
Bueno sostiene que el mercado ha estado totalmente nulo desde el miércoles, tras el magnicidio en la nación vecina.
El comerciante está consciente de que algunos haitianos atraviesan el perímetro divisor, siendo vistos, incluso, por militares que vigilan la frontera, con mercancías que han adquirido en los comercios en Dajabón. Sin embargo, comprende el componente humano que hay detrás de la violación a la norma, “porque no se puede permitir que la gente se desespere por falta de alimentos”.
“Es una situación que uno ve muy bien hecha porque es como un escape, porque si cierran completamente, la cosa se puede empeorar”, consideró el comerciante.
En medio de la calma, se cuece la preocupación de los comerciantes locales, que han visto nula su capacidad de venta durante tres días seguidos.
César Espinoza Márqu