De este modo, Ana Julia ha sido objeto de insultos y amenazas en la cola de la ducha. Según la citada publicación, el horario se divide en dos turnos —de mañana y de tarde— en los descansos que dan la opción a las internas de acceder a los baños comunes.
La realidad diaria de la asesina confesa de Gabriel es que apenas deja su celda, que comparte su presa sombra, ya que ni siquiera debe acudir al comedor para el almuerzo o la cena.
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VÍDEO: Ana Julia, vigilada día y noche (fuente: Dailymotion)
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