El 25 de mayo de este año, la AlcaldÃa dispuso el traslado desde el que construyó en el sector El Ingenio a principio de enero para coger a cientos de vendedores informales del mercado de Pueblo Nuevo.
Sin embargo, seis meses después, con su crecimiento, comienza presentarse el mismo desorden en los antiguos espacios.
La mayor queja proviene de quienes operan negocios de moteles en la autopista JoaquÃn Balaguer, en el entorno del mercado de pulgas, pues los vendedores se convierten en obstáculo al colocarse en las puertas de entrada de sus establecimientos.
También los choferes de rutas de transporte y de quienes circulan en vehÃculos privados, muestran preocupación, pues una parte de los vendedores están concentrados en la acera de la autopista.
Aunque a escasos metros hay un puente peatonal, los que llegan al mercado no lo utilizan.
“Tenemos temor a que un dÃa se presente una tragedia y que uno de los camiones que bajan desde la LÃnea Noroeste o de Puerto Plata puedan arrollar a los que ocupan la carretera”, expresa el ciudadano Marcos GarcÃa.
La exposición de mercancÃas por parte de cientos de vendedores dominicanos y haitiano se realiza cada jueves. El terreno utilizado es propiedad privada y su dueño lo cedió en condición de alquiler y lo facilitó a los directivos de la asociación que agrupa a los pequeños y medianos comerciantes informales.
La cercanÃa del mercado al canal Ulises Francisco Espaillat, es una preocupación latente de las autoridades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) que ven como desde la comunidad de Cienfuegos hasta la zona son lanzados desde neumáticos hasta basura. Cercano al canal se colocan vendedores de fruta quienes lanzan sus desperdicios tras concluir su labor.
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