Santiago.-Las lluvias comienzan a causar daños en comunidades de la cordillera septentrional, mientras en la línea noroeste las inundaciones afectan decena de viviendas.
Los residentes de las comunidades enclavadas en la carretera turística Gregorio Luperón que comunica a Santiago con Puerto Plata y que tenían previsto una marcha hasta la gobernación provincial, decidieron suspenderla por los fuertes aguaceros.
Sin embargo, para este martes y el miércoles tiene previsto iniciar un paro por 48 horas para demandar la intervención dela importante vía que con las lluvias presentan nuevos derrumbes en varios puntos críticos.
En el trayecto de prácticamente 50 kilómetros se empiezan a formar grandes hoyos y hundimientos en puentes.
“Tenemos años reclamando de forma pacífica que intervengan la carretera turística Gregorio Luperón y pese a las constantes promesas nadie nos hace caso”, expresa Dominga Rodríguez, residente en la comunidad de Lajas.
En tanto, que el tramo carretero de la comunidad de Rancho Nuevo, del municipio de Altamira, en Puerto Plata, quedó prácticamente incomunicado, debido a los daños causados a un puente por los aguaceros.
Los habitantes de ese lugar piden a las autoridades ir en su auxilio, para evitar quedar totalmente aislados. Un pequeño badén que se encontraba en pésimas condiciones, colapsó, causando que la gente de esa zona apenas puedan desplazarse a pies.
Igualmente, las lluvias registradas desde la tarde del domingo en el municipio de Villa Vásquez de la provincia san Fernando de Montecristi dejaron decenas de casas de familias inundadas. También se vieron afectados un colegio y el hospital municipal del ministerio de Salud Pública.
El Colegio Sagrado Corazones de Jesús, que quedó anegado por las lluvias tuvo que suspender la docencia en la mañana del lunes.
Brigadas de voluntarios laboran en la limpieza tanto del centro escolar como del hospital.
Varios vehículos quedaron varados cuando intentaron desplazarse por la avenida Libertad. La pasada semana, comunidades de Tamboril se vieron afectados por el desbordamiento del río Licey, mientras en Moca, algunos de los afectados por la riada del río que lleva el mismo nombre, decidieron ocupar solares, en espera de ayuda.
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