Hoy en día que a ningún padre se le ocurrirá utilizar la metáfora de la flor y la abeja para explicarles a sus niños qué es el sexo. Los niños de ahora son muy despiertos y tienen más medios para descubrir lo que quieren saber. Así es que que antes que el internet, la tele o los amigos se lo digan, mamá o papá debe mostrarse dispuesto a explicárselo de manera que ellos puedan entenderlo.
Lo importante cuando tu hijo empieces con las preguntas sobre sexo es hablarle conseguridady honestidad. No inventes ni mientas, ni tampoco respondas más allás de las preguntas que te haga tu hijo. No tienes que explicarle TODO de frente, lo ideal es hacerlo a cuentagotas para que puedes procesar la información y evitar que se confunda.
Es conveniente empezar con estas pláticas desde que tu hijo empieza a demostrar curiosidad por su cuerpo. Es importante para él conocer cómo se llama cada parte de su cuerpo. No inventesnombresni apodos. Con este empieza a establecerse un poco más de confianza e intimidad entre ambos, para que más adelante puedan hablar de otros temas.
Para terminar, más importante que tener todas las respuestas en la cabeza es la actitud con la que las respondas. El tono de voz, laseguridadque le imprimas a tus afirmaciones, y tu tranquilidad no pasarán desapercibidos por tu niño, aunque no lo creas.
Lo importante cuando tu hijo empieces con las preguntas sobre sexo es hablarle conseguridady honestidad. No inventes ni mientas, ni tampoco respondas más allás de las preguntas que te haga tu hijo. No tienes que explicarle TODO de frente, lo ideal es hacerlo a cuentagotas para que puedes procesar la información y evitar que se confunda.
Es conveniente empezar con estas pláticas desde que tu hijo empieza a demostrar curiosidad por su cuerpo. Es importante para él conocer cómo se llama cada parte de su cuerpo. No inventesnombresni apodos. Con este empieza a establecerse un poco más de confianza e intimidad entre ambos, para que más adelante puedan hablar de otros temas.
Para terminar, más importante que tener todas las respuestas en la cabeza es la actitud con la que las respondas. El tono de voz, laseguridadque le imprimas a tus afirmaciones, y tu tranquilidad no pasarán desapercibidos por tu niño, aunque no lo creas.