No hay fiesta más enternecedora que la de las madres. Ser madre es profesión que constantemente se actualiza, tiene muchos campos de acción y su diploma se adquiere con la muerte. No nos enseñan a ser madres, lo aprendemos a base de errores. Tengas un año ó 100, siempre para una madre serás su niño. Cuando oÃmos que nos dicen mamá es palabra dulce al oÃdo. En el contexto biológico, madre es quien ha tenido descendencia, pero sabemos que procrear es fácil, la gran tarea es cuánto involucra hasta que crecen, criar conscientes de que son prestados y que un dÃa marcharán del hogar. Retenerlos es impedir su crecimiento y madurez. Destaquemos que hay tÃas, abuelas, hermanas y amigas que ocupan el lugar de la madre por diversas circunstancias. La palabra mamá habla de ternura, abnegación, sacrificio, lágrimas, risas, trabajo a tiempo completo, solo por el pago de una sonrisa. Son capaces de soportar cualquier carga con tal de que no la cargue el hijo.
¿Por qué no poner en el corazón celebrar el DÃa de las Madres toda su vida?, pues madre no es un dÃa al año. Somos desobedientes, malcriados, rebeldes, soberbios, por lo más mÃnimo nos incomodamos con ellas y establecemos distancias, mientras que la madre siempre perdona y sacrifica sus necesidades elementales por nosotros. No olvides que en la tumba frÃa no hay nada que hacer, todo hazlo y dáselo ahora que aún vive. Ella es refugio, pañuelo para tus lágrimas en horas difÃciles, amor fiel, la única que no se cansa de dar sin esperar recibir. Podrás ausentarte por años sin comunicarte... y ella cada dÃa orará por ti enviándote bendiciones; siempre te perdonará y te dará otra nueva oportunidad. Nunca podrás devolverle lo invertido en ti, y ¿como pagarÃas los desvelos, atenciones, entrega total e incondicional?
Agradece a Dios, por conservarla y darte la oportunidad de agasajarla, olvidando viejas rencillas; sabemos que hay madres que dejan huellas dolorosas en los hijos, quizás esas madres tienen una historia triste de su niñez; pon tapiz florido sobre esa herida para que veas solo el colorido y ofréceles tu amor. Hay más placer en dar que en recibir, la Palabra de Dios dice: “ama a tu madre y padre y tendrás largura de dÃas”, linda promesa ¿verdad?; para la madre cristiana su mayor gozo es basar sus enseñanzas en los principios de la fe. Ese tipo de madre merece ser honrada no sólo un dÃa especial del año sino todos los dÃas. A la tuya, prémiala, mostrándole respeto, consideración y prodigándole amor.